Es probable que después del diagnóstico o durante los tratamientos usted pierda la esperanza de recuperarse y quiera darse por vencido. Esta reacción es parte del proceso de la enfermedad, sin embargo, debe estar pendiente de que no sea permanente y aguda al grado de que le haga abandonar sus tratamientos o le lleve a tener conductas que perjudican su condición. Hable con su médico y su familia respecto a esto, seguramente ellos le recordarán las razones que tiene para recuperar las ganas.
Si así lo prefiere puede evitar hablar de la enfermedad, siempre y cuando esta conducta no le genere problema alguno y al contrario le ayude. Tome en cuenta que es importante expresar los sentimientos y no dejar que se acumulen, sólo evalué el tiempo y elija a la persona adecuada para hacerlo.
El hecho de tener una enfermedad como esta puede producirle un gran enojo contra usted mismo, contra dios, contra la vida, o incluso contra el personal de salud; aunque es un sentimiento difícil de reconocer, resulta benéfico aceptarlo y externarlo de manera adecuada. Es indispensable que les comunique a sus seres queridos cuando se encuentre enojado para que no piensen que es una situación que ellos ocasionan; también puede ayudarle hacer algunas actividades en las que pueda manifestar lo que siente de una manera saludable para usted y para las personas que lo rodean (como terapias psicológicas, yoga, natación, etcétera). Lo más importante es no dejarlo acumular, ya que sólo empeorará y terminará por externarse de la peor manera en el momento menos oportuno.
La depresión resulta muy fácil de confundir, es por eso que su familia y usted deberán estar atentos a las diferentes reacciones emocionales y a los efectos secundarios propios de los medicamentos. En ocasiones los fármacos contribuyen a que este trastorno continúe o se produzca. Comente con su médico para que lo refiera con un psiquiatra si presenta dos o más de los siguientes síntomas:
Experimentar los cambios que ocurren en su vida debido al cáncer, seguramente le provocará tristeza. Tenga en cuenta que tiene que enfrentarlos para lograr adaptarse, sólo que no se apresure y tómese el tiempo necesario, recuerde que cada persona es diferente. Externe sus sentimientos con sus familiares o con el equipo de salud emocional que elija.
Es común que sienta miedo a la enfermedad, al dolor, al tratamiento y a que las expectativas de cura se vean reducidas por el avance de la enfermedad o por situaciones socio-económicas; al igual que con las otras emociones debe externarlo con las personas que se encuentran a su alrededor, esto le ayudará a identificar sus temores y las posibles opciones para enfrentarlos. Nunca intente negarlos o evitarlos, los miedos deben enfrentarse o le provocarán un gran malestar.
Es posible que presente síntomas de este trastorno, tales como nerviosismo, temblor, palpitaciones rápidas, sensación de falta de aire, opresión en el tórax, diarrea, entumecimiento de brazos y piernas, insomnio, sudoración, entumecimiento de las manos o pies, entre otros. La ansiedad se asocia con problemas médicos, como dolor, alteraciones en el metabolismo y los fármacos que le son recetados al paciente. Si presenta dos o más de los síntomas anteriores coméntelo con su médico, su tratamiento debe estar a cargo del psiquiatra y el psicooncólogo.
Es usual tener sentimientos de culpa por la enfermedad y por los efectos que genera en la familia o en los seres queridos. Algunas personas pueden pensar en la enfermedad como un “castigo" por algo que hicieron o dejaron de hacer; también puede estar relacionada con los cambios que se generan en la dinámica familiar o por sentir celos de las personas que tienen buena salud. Si el sentimiento de culpa está siempre con usted, es importante que busque información con el personal de salud o en fuentes confiables sobre qué es el cáncer, sus posibles causas y sus tratamientos, acercarse a pedir ayuda a expertos o a sus seres cercanos también resulta benéfico para disminuirla.
Estos sentimientos se presentan comúnmente en los pacientes con esta enfermedad; sin embargo, no tienen por qué complicar aún más su situación si usted aprende a identificarlos y externarlos de manera saludable, acérquese al servicio de psicooncología de su hospital, así como a los grupos de apoyo y a las herramientas telefónicas y en línea que están disponibles para usted como las de INFOCÁNCER; si necesita atención psicológica puede llamar al 01 800 22 62 371 o ingresar al chat donde un especialista en el manejo de las emociones le atenderá.
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2019-07-01 11:00:57