Relaciones y vida social


Después de superar un cáncer, son muchos de los sentimientos, emociones o reacciones que puede presentar una persona. Todos ellos son normales en el superviviente, pero también en sus familiares o personas cercanas, quienes también han vivido el proceso oncológico con gran intensidad y, en muchas ocasiones, tuvieron que modificar algunos aspectos de sus vidas.

Retos familiares

La familia y, en concreto, la pareja son un apoyo extraordinario durante todo el proceso del tratamiento, ya que asumen los roles y se responsabilizan por las tareas que el paciente realizaba antes del diagnóstico.

La vuelta a la normalidad es un alivio pero también puede ser el origen de varios conflictos familiares. Cuando el tratamiento termina, las familias no están preparadas para aceptar que la recuperación necesita tiempo y esperan cosas que no se pueden cumplir. Los familiares desean que el superviviente retome sus tareas diarias y responsabilidades, lo cual el enfermo puede interpretar como una falta de apoyo y comprensión.

En otras ocasiones, el propio superviviente considera que la familia debería seguir realizando dichas tareas aunque él ya pueda desempeñarlas, y en otras la familia mantiene una actitud sobreprotectora que impide al paciente reincorporarse a su vida normal.

Usted debe saber que así como la experiencia del cáncer es única para el paciente, también lo es para la familia y los amigos cercanos, quienes tienen una forma propia de vivirla y de sentirla. Cuando se superan las diferentes etapas del cáncer, los familiares presentan reacciones, sensaciones y emociones semejantes a las del enfermo y su adaptación depende de diversos factores, como las dificultades emocionales que tenían antes de la enfermedad, su estado de salud, la edad, la situación económica y el apoyo social que reciben.

Barreras de comunicación

Otro reto que enfrentan los supervivientes en sus relaciones es cómo los demás reaccionan ante su enfermedad. Los familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden sentirse incómodos a la hora de hablar sobre el cáncer. Pueden quedarse callados, evitarlo o fingir que no ha pasado nada. Es posible que otros utilicen el humor para intentar distraer y que no piense en su situación, en lugar de ofrecerse para hablar de sus problemas.

En general, los amigos y familiares se esfuerzan tanto en decir únicamente cosas positivas que ni siquiera se atreven a pensar en los aspectos negativos. De esta manera no perciben que en ocasiones los supervivientes están sintiendo ira o tristeza. Incluso puede suceder que usted sienta que solo debe pensar o hablar de cosas positivas, pero los expertos están de acuerdo en que para dejar atrás los sentimientos de aflicción y empezar a disfrutar nuevamente de los sentimientos positivos, es de mucha utilidad hablar de ellos.

Pedir ayuda

Una lección que muchas personas dicen haber aprendido con el cáncer es la importancia de pedir y aceptar ayuda. Hacer el esfuerzo de expresar sus sentimientos y describir que otras personas la apoyan es tan útil para manejar la pérdida y la aflicción como los es celebrar los avances y logros que también son parte de la experiencia del cáncer. Por ello es fundamental superar las barreras de comunicación.

Si necesita mejorar su comunicación, puede recurrir al apoyo y al asesoramiento de un profesional en psicooncología.



Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2019-06-27 12:44:53