En la medicina convencional, se asume que los nuevos tratamientos médicos no son eficaces sino hasta que se pruebe que son benéficos para un número determinado de pacientes. De hecho, la mayoría de los medicamentos nuevos producidos en laboratorios de investigación, incluyendo aquellos que eliminan las células cancerosas en tubos de ensayo y animales, han mostrado que no funcionan bien en los humanos.
Por esta razón, los médicos se enfocan en los resultados de estudios clínicos que se realizan cuidadosamente. Los tratamientos tienen que ser comprobados en estudios que son diseñados y supervisados por expertos destacados en el tema. Las historias de éxito de pacientes, folletos de mercadeo, y testimonios no son suficiente evidencia para comenzar a recetar un medicamento nuevo o usar un tratamiento diferente.
Los tratamientos comprobados son aquellos que han sido probados siguiendo una serie estricta de pautas, y que han resultado ser relativamente seguros y eficaces. Los resultados de tales estudios han sido publicados en revistas médico-científicas, que son las que contienen artículos que han sido estudiados por otros médicos o científicos en el campo para asegurarse de que reúnen ciertas normas antes de ser aceptados y publicados.
En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), es una dependencia del Gobierno Federal, que está vinculada al Departamento de Regulación y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud. La Cofepris se encarga de proteger a la población contra riesgos por el consumo o uso de agua, alimentos, bebidas, medicamentos, equipos médicos, productos de perfumería, belleza y aseo, nutrientes vegetales, plaguicidas, sustancias tóxicas o peligrosas y otros productos, sustancias o agentes físicos, químicos o biológicos presentes en el medio ambiente o en el trabajo; así como mensajes publicitarios cuyos productos anunciados puedan alterar la salud. Debe tomar en cuenta que muchos productos autorizados por esta dependencia se valen de publicidad engañosa o de mensajes subliminales para vender sus tratamientos, por ello lo más recomendable es consultar con su médico si puede consumirlos o no.
Los tratamientos investigativos o de investigación son terapias que están siendo sometidas a pruebas en estudios clínicos. Los estudios clínicos son proyectos de investigación en los que un grupo de voluntarios ayudan a los médicos a determinar si un nuevo tratamiento resulta eficaz y es seguro para los pacientes. Antes de que un medicamento o algún otro tratamiento sea probado en los pacientes, éste se estudia y se pone a prueba con mucho cuidado, primeramente en el laboratorio o en animales. Si la terapia ha demostrado ser segura y prometedora en estos estudios preliminares, entonces se pone a prueba en estudios clínicos. Si demuestran que los beneficios de éste superan los riesgos, sólo en este momento es cuando se convierte en parte del tratamiento convencional.
La terapia complementaria se usa junto con el tratamiento médico convencional. Puede que algunos de los tratamientos complementarios ayuden a aliviar ciertos síntomas, así como algunos efectos secundarios del tratamiento contra la enfermedad; asimismo, aumentan la sensación de bienestar en el paciente. Como ejemplos podemos mencionar la meditación para reducir el estrés, el té de menta o de jengibre y visualizaciones guiadas para ayudar a aliviar el estrés y el dolor durante los procedimientos médicos. Otros métodos son la terapia de masajes, la relajación y la meditación.
Es un término que a menudo se usa para describir el uso combinado de tratamientos convencionales y métodos complementarios. Es posible que haya escuchado el término oncología integral. Algunos centros y clínicas de tratamiento actualmente ofrecen esta opción para los pacientes que pudieran beneficiarse de los métodos complementarios, así como de tratamientos convencionales.
La terapia alternativa se usa en lugar del tratamiento convencional. Son terapias que no han sido probadas ya que no han pasado por una prueba científica, o han sido desaprobadas; es decir que han pasado por pruebas, pero se encontró que no surten efecto. Puede que estas terapias afecten al paciente, porque no son útiles, o porque algunas veces pueden retrasar el uso de métodos probados o porque en realidad son perjudiciales.
El término no comprobado no se usa frecuentemente, pero puede emplearse para describir un tipo de tratamiento que ha sido estudiado lo suficiente como para determinar que no es eficaz para una enfermedad determinada. Con más frecuencia, tal tratamiento se describe indicando que los estudios no respaldan los reclamos de que ayuda a combatir cierto tipo de enfermedad o cierta afección.
Fuentes: Sociedad Americana Contra el Cáncer ,
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2019-06-26 16:57:51