En la práctica clínica habitual estamos acostumbrados a que nuestro médico se encargue de resolver un problema de salud concreto por el que acudimos a la consulta. Un par de visitas de pocos minutos y alguna prueba diagnóstica son suficientes para que el médico prescriba un tratamiento y el paciente se marche a casa sin necesidad de seguimiento. Sin embargo, los pacientes oncológicos van a recibir un tratamiento largo y complicado, que a menudo provoca dudas y complicaciones. En este caso la relación habitual médico/paciente no es suficiente, y para dar al paciente oncológico la atención que necesita se han establecido los cuidados continuos.
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2019-06-27 11:08:50