Factores de riesgo - Cáncer de Endometrio


Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Por ejemplo, exponerse sin protección a la luz solar intensa es un factor que incrementa el riesgo para desarrollar el de piel, así como el hábito de fumar es un factor que incrementa el riesgo de muchos otros tipos de este padecimiento.

Algunos factores no pueden cambiarse, como su edad o raza. Otros están relacionados con elecciones personales como fumar, hacer ejercicio, el peso corporal, ingerir bebidas alcohólicas o su alimentación. Algunos de éstos aumentan el riesgo más que otros.

Aunque ciertos factores incrementan la posibilidad de una mujer de desarrollar células malignas en el área endometrial, éstos no siempre causan la enfermedad. Muchas mujeres con un factor de riesgo o más nunca desarrollan un padecimiento oncológico, por otro lado, algunas pacientes con este diagnóstico no presentan ningún factor conocido; incluso si una mujer con enfermedad endometrial presenta uno o más, no hay forma de saber cuáles de éstos fueron responsables del desarrollo de su enfermedad.

Factores hormonales

El balance hormonal de una mujer desempeña un papel importante en el desarrollo de la mayoría de los cánceres endometriales, muchos de estos factores afectan los niveles de estrógeno. Antes de que ocurra la menopausia, los ovarios son la fuente principal de los dos tipos principales de hormonas femeninas: el estrógeno y la progesterona, el equilibrio entre estas hormonas varía durante el ciclo menstrual de toda mujer cada mes. Esto produce la menstruación mensual, manteniendo al endometrio sano. Un cambio del equilibrio de estas dos hormonas hacia una producción relativamente mayor de estrógeno, aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad oncológica. Después de la desaparición permanente de la menstruación, los ovarios dejan de producir estas hormonas, pero una pequeña cantidad de estrógeno sigue produciéndose naturalmente en el tejido adiposo, en esta etapa, el estrógeno tiene un impacto mayor en comparación con el que tiene antes. Las hormonas femeninas también están disponibles (como una medicina) en píldoras anticonceptivas para prevenir el embarazo y como terapia hormonal para tratar los síntomas de este proceso.

Terapia de estrógeno

El tratamiento de los síntomas de la menopausia con estrógeno se conoce como terapia de estrógeno o terapia hormonal posmenopáusica. Esta hormona, está disponible en muchas formas diferentes, tales como pastillas, parches para la piel, cremas, inyecciones y argollas vaginales. Este tratamiento puede reducir los sofocos repentinos de calor, mejorar la sequedad vaginal, y ayudar a prevenir la debilidad de los huesos (osteoporosis) que pueden ocurrir durante este proceso. Sin embargo, los médicos han encontrado que usar sólo estrógeno (sin progesterona) puede conducir al desarrollo de una enfermedad oncológica endometrial en mujeres que aún tienen útero, por lo que los medicamentos de tipo progesterona tienen que administrarse junto con estrógeno para reducir el riesgo aumentado de esta enfermedad. A este método se le llama terapia de hormonas combinada. Los estudios han mostrado que la terapia con estrógeno aumenta la probabilidad de una mujer de padecer coágulos sanguíneos graves y afecciones cardiacas.

Administrar progesterona junto con estrógeno no ocasiona el desarrollo de células malignas en esta área, pero hay riesgos. Los estudios han demostrado que esta combinación aumenta la probabilidad de una mujer de padecer cáncer de mama y también aumenta el riesgo de graves coágulos sanguíneos.

Si usted está tomando (o planea tomar) hormonas después de la menopausia, es importante que hable con su médico sobre los riesgos potenciales (incluyendo alguna enfermedad oncológica, coágulos sanguíneos, ataques al corazón y ataques al cerebro). Al igual que otros medicamentos, las hormonas sólo se deben usar en la dosis más baja que se necesite y por el periodo de tiempo más corto para controlar los síntomas. Además, usted debe someterse a exámenes pélvicos de seguimiento cada año. Si se presenta cualquier sangrado o secreción anormal de la vagina, deberá inmediatamente acudir a su doctor.

Píldoras anticonceptivas

Su uso reduce el riesgo de desarrollar alguna enfermedad en el endometrio. Este riesgo es más bajo en aquellas mujeres que toman la píldora por largo tiempo, y esta protección continúa por lo menos durante 10 años después de que dejan de tomarla. Sin embargo, resulta importante analizar todos los riesgos y beneficios cuando se selecciona un método anticonceptivo. El riesgo de cáncer endometrial es sólo un factor a ser considerado. Es una buena idea que hable con su doctor sobre las ventajas y las desventajas de los diferentes tipos de métodos anticonceptivos.

Número total de ciclos menstruales

El riesgo aumenta si la mujer tiene más ciclos menstruales durante su vida. Además, es mayor si comienzan antes de los 12 años y/o pasa por la menopausia más tarde en la vida. Comenzar los períodos temprano es un factor de riesgo menor para las mujeres que finalizan su menstruación de manera permanente a una edad temprana. De la misma manera, a una edad tardía puede que no conlleve un riesgo mayor en mujeres cuyos períodos se dieron más tardíamente en su adolescencia.

Embarazo

El equilibrio hormonal se inclina hacia una mayor producción de progesterona durante el embarazo. Por lo tanto, tener muchos embarazos reduce el riesgo del desarrollo de una enfermedad oncológica al menos en el área endometrial. La mujer que nunca ha estado embarazada tiene un mayor riesgo, especialmente si también presentaba infertilidad.

Obesidad

Los ovarios producen la mayor parte del estrógeno de la mujer, pero el tejido adiposo puede convertir algunas otras hormonas en estrógenos, tener más de éste puede aumentar los niveles estrogénicos de la mujer, lo que incrementa su riesgo de cáncer endometrial. En comparación con las mujeres que mantienen un peso saludable, este padecimiento es dos veces más común en las mujeres con sobrepeso, y tres veces más común en las mujeres obesas.

Tamoxifeno

Es un medicamento que se usa para prevenir y tratar el cáncer de mama. Actúa como un antiestrógeno en el tejido del seno, aunque actúa como un estrógeno en el útero. Puede causar que crezca el recubrimiento uterino, lo que aumenta el riesgo de desarrollar alguna enfermedad oncológica en el endometrio.

El riesgo de un padecimiento endometrial en mujeres que toman este medicamento es mínimo (aproximadamente 1 en 500). Las mujeres que lo toman tienen que balancear este riesgo contra el valor de este medicamento en el tratamiento y prevención de alguna enfermedad oncológica en la mama. No obstante, este es un aspecto que se debe discutir con sus doctores. Si usted está tomando este medicamento, debe someterse a exámenes anuales ginecológicos y asegurarse de informar cualquier sangrado anormal, ya que esto podría ser un signo de alguna anomalía en el endometrio.

Tumores ováricos

Un cierto tipo de tumor ovárico, el de células de teca-granulosa, a menudo produce estrógeno. El estrógeno liberado por uno de estos tumores no es controlado de la manera que los ovarios liberan las hormonas, lo que algunas veces puede conducir a altos niveles de estrógeno. Este desequilibrio hormonal puede estimular el endometrio e incluso causar cáncer endometrial. De hecho, algunas veces el sangrado vaginal debido a alguna anomalía en el endometrio, es el primer síntoma de uno de estos tumores.

Síndrome del ovario poliquístico

Las mujeres con esta afección presentan niveles anormales de hormonas, tal como niveles de andrógenos (hormonas masculinas) y estrógenos más elevados y niveles de progesterona más bajos. El incremento de estrógeno relativo a la progesterona puede aumentar la probabilidad de una mujer de desarrollar células cancerígenas en el endometrio.

Uso de un dispositivo intrauterino

Las mujeres que usaron un dispositivo intrauterino para el control de la natalidad parecen tener un riesgo menor de padecer alguna enfermedad oncológica. La información que existe sobre este efecto protector es limitada para dispositivos intrauterinos que no contienen hormonas. Los investigadores aún no han estudiado si los tipos más nuevos de dispositivos que liberan progesterona tienen algún efecto en el riesgo de esta enfermedad. Sin embargo, estos dispositivos a veces se usan para tratar precánceres y cánceres endometriales en etapas iniciales en mujeres que desean preservar la capacidad de tener hijos.

Edad

El riesgo de desarrollar células malignas en el endometrio aumenta a medida que la mujer envejece.

Alimentación y ejercicio

Una dieta alta en grasa puede aumentar el riesgo de desarrollar varios tipos de células cancerígenas, incluyendo las del endometrio. Debido a que los alimentos grasos también son ricos en calorías, una alimentación elevada en grasa puede conducir a la obesidad, lo cual es bien conocido como un factor de riesgo. Muchos científicos consideran ésta la principal forma en que una dieta alta en grasa aumenta el riesgo, algunos científicos piensan que los alimentos grasos también pueden tener un efecto directo sobre el metabolismo de estrógeno que aumenta el riesgo de este padecimiento.

La actividad física protege; varios estudios encontraron que las mujeres que se ejercitaban más tenían un menor riesgo de este cáncer, mientras que en un estudio las mujeres que pasaban más tiempo sentadas tenían un mayor riesgo.

Diabetes

El cáncer endometrial puede ser hasta cuatro veces más común en mujeres con diabetes. La diabetes es más común en las personas que tienen sobrepeso, aún en las mujeres con diabetes que no tienen sobrepeso existe un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Antecedentes familiares

El cáncer endometrial tiende a ser hereditario en algunas familias. Algunas de estas familias también presentan tendencia hereditaria a desarrollarlo en el colon. Este trastorno se llama cáncer de colon hereditario no poliposo, otro nombre es síndrome Lynch. En la mayoría de los casos, este trastorno es causado por un defecto en los genes MLH1 o MSH2. Sin embargo, al menos otros cinco genes pueden causarlo: MLH3, MSH6, TGBR2, PMS1, y PMS2. Una copia anormal de cualquiera de éstos reduce la capacidad del organismo para reparar el daño a su ADN, esto causa un riesgo muy alto de cánceres de colon y endometrio. Las mujeres con este síndrome tienen un riesgo de 40% a 60% de desarrollar células cancerígenas en el endometrio en algún momento de sus vidas, también aumenta el riesgo de desarrollarlas en el ovario.

Existen algunas familias que tienen una tasa alta de sólo enfermedad endometrial. Puede que estas familias tengan un trastorno genético diferente que aún no se ha descubierto.

Cáncer de mama o de ovario

Las mujeres que han tenido estas enfermedades tienen un mayor riesgo de padecerla en el endometrio. Algunos de los factores de riesgo relacionados con su dieta, niveles hormonales y reproductivos, observados en los cánceres de mama y de ovario, también pudieran aumentar el riesgo del de endometrio.

Radioterapia previa de la pelvis

La radiación utilizada para tratar algunas enfermedades oncológicas puede dañar el ADN de las células, aumentando en algunas ocasiones el riesgo de un segundo tipo de este padecimiento, tal como el de endometrio.

Hiperplasia endometrial

La hiperplasia endometrial es una proliferación excesiva del endometrio. El tipo de hiperplasia más común, la hiperplasia leve o simple, tiene un riesgo muy pequeño de volverse cancerosa. Es posible que desaparezca por sí sola después del tratamiento con terapia hormonal. Si a la hiperplasia se le llama “atípica”, ésta tiene una probabilidad mayor de volverse una enfermedad oncológica. La hiperplasia atípica simple se vuelve cancerígena en aproximadamente 8% de los casos si no es tratada. La hiperplasia atípica compleja tiene un riesgo de volverse cancerosa si no es tratada en hasta un 29% de los casos.


Fuente: Asociación Americana Contra el Cáncer,

http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdeendometrio/guiadetallada/cancer-de-endometrio-uterino-causes-risk-factors


Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2023-08-22 10:30:30