La noticia del diagnóstico de un cáncer de riñón puede generar distintas emociones que ocasionarán que el paciente se sienta abrumado en muchos momentos o incluso con dificultades para tomar decisiones. Todo ello es absolutamente normal y forma parte del proceso natural de adaptación emocional a los cambios que comienza a afrontar.
Los síntomas del cáncer de riñón suelen ser muy inespecíficos, por lo que en el momento del diagnóstico es posible que el shock, la incredulidad o incluso la negación estén presentes. Estas emociones surgen como consecuencia ante la información dolorosa y ante vivencia de un acontecimiento que entendemos como altamente amenazante.
La información es una buena herramienta para manejar la incertidumbre, disminuir el impacto y la negación. Con ella el paciente y la familia se capacitarán para poder tomar decisiones, conocerán cuáles son los siguientes pasos a seguir, favorecerán la generación de confianza con el equipo médico, así como el sentimiento de seguridad.
Siempre es recomendable que las personas más allegadas cuenten con información, ya que esta les ayudará a adaptarse a los cambios y a servir de apoyo en los momentos en los que más lo necesite el enfermo.
La incertidumbre ante el futuro y la sensación de inseguridad son emociones que los pacientes reportan durante los tratamientos. En esta etapa el apoyo emocional se vuelve parte del tratamiento y ayudará al paciente a reconocer sus miedos, ideas y conductas dañinas, pero también a fortalecer todas sus herramientas para enfrentar la enfermedad de mejor manera.
Fuente: Grupo Español de Pacientes con Cáncer
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2024-02-14 15:45:25