La radioterapia utiliza rayos de alta energía (por ejemplo, rayos X) o partículas para destruir las células cancerosas. Existen dos tipos principales de radioterapia: radioterapia externa y braquiterapia (radioterapia interna)
Radioterapia de haz externo
La radioterapia externa enfoca la radiación desde fuera del cuerpo hacia el cáncer. Este tipo de radiación es el que se usa con más frecuencia para tratar un cáncer primario del pulmón o sus metástasis a otros órganos.
Antes de iniciar el tratamiento, el equipo de radiación cuidadosamente tomará medidas para determinar los ángulos correctos para emitir los haces de radiación, y las dosis adecuadas de radiación. La radioterapia es muy similar a la radiografía, pero la radiación es más intensa. El procedimiento en sí no es doloroso. Cada tratamiento dura sólo unos minutos, aunque el tiempo de preparación (colocarle en el lugar correcto para el tratamiento) usualmente toma más tiempo. Con más frecuencia, los tratamientos de radiación para los pulmones se administran 5 días a la semana por 4 a 7 semanas.
La radiación externa convencional se usa con mucha menos frecuencia que en el pasado. Las técnicas más nuevas ayudan a los médicos a tratar los cánceres de pulmón con más precisión mientras se reduce la exposición de radiación a los tejidos sanos adyacentes. Es posible que estas técnicas ofrezcan mejores probabilidades de aumentar el índice de éxito y reducir los efectos secundarios. La mayoría de los médicos actualmente recomiendan usar estas técnicas más nuevas cuando están disponibles.
Radioterapia de conformación tridimensional (3D-CRT, siglas en inglés): utiliza computadoras especiales para determinar con precisión la ubicación del tumor(es). Entonces los rayos de la radiación son configurados y dirigidos al tumor(es) desde varias direcciones, lo que hace menos probables que haya daños a los tejidos normales.
Radioterapia de intensidad modulada: la radioterapia de intensidad modulada (intensity modulated radiation therapy, IMRT) es una forma avanzada de terapia tridimensional. Esta técnica emplea una máquina controlada por una computadora que se mueve alrededor del paciente a medida que emite la radiación. Además de configurar los rayos y dirigirlos al tumor desde varios ángulos, la intensidad (fuerza) de los rayos puede ser ajustada para minimizar la dosis que llega a los tejidos normales más sensibles. Esta técnica se emplea con más frecuencia si los tumores están cerca de estructuras importantes, tal como la médula espinal. La radioterapia de intensidad modulada está disponible en muchos hospitales principales y centros de cáncer.
Radioterapia estereotáctica: algunas veces se usa una forma de tratamiento más nueva, conocida como radioterapia estereotáctica corporal (SBRT) o radioterapia ablativa estereotáctica (SABR), para tratar los cánceres de pulmón en etapa muy temprana cuando la cirugía no es una opción debido a los problemas de salud del paciente. En lugar de administrar pequeñas dosis de radiación cada día por varias semanas, la radioterapia estereotáctica corporal usa rayos muy enfocados de radiación en altas dosis por uno o varios días. Varios rayos se dirigen hacia el tumor desde varias direcciones. Para poder dirigir la radiación con precisión, el cuerpo de la persona se coloca en un armazón especialmente diseñado para cada tratamiento. Esto reduce el movimiento del tumor pulmonar durante la respiración. Al igual que otras formas de radiación externa, el tratamiento por sí solo no es doloroso.
Los resultados preliminares con la radioterapia estereotáctica corporal han sido muy promisorios, y parece tener un bajo riesgo de complicaciones. Sin embargo, debido a que sigue siendo una técnica bastante nueva, no existe información a largo plazo sobre su uso.
Algunas veces se puede usar otro tipo de radioterapia estereotáctica en lugar de la cirugía para tumores que se han propagado al cerebro. A esto a veces se le llama radiocirugía estereotáctica o SRS. En una versión de radioterapia estereotáctica, una máquina llamada bisturí gamma, enfoca alrededor de 200 rayos de radiación en el tumor desde diferentes ángulos durante minutos a horas. La cabeza se mantiene en la misma posición mediante la colocación de un marco rígido. En otra versión, un acelerador lineal (una máquina que produce radiación) que es controlado por una computadora se mueve alrededor de la cabeza para administrar radiación al tumor desde muchos ángulos diferentes.
Braquiterapia (terapia de radiación interna)
La braquiterapia se usa con más frecuencia para reducir el tamaño de los tumores y aliviar los síntomas causados por el cáncer de pulmón en una vía respiratoria, aunque en algunos casos puede ser parte de un régimen de tratamiento más amplio dirigido a tratar de curar el cáncer. Para este tipo de tratamiento, el médico coloca una pequeña fuente de material radioactivo (a menudo en forma de partículas) directamente en el cáncer o en la vía respiratoria próxima al cáncer. A menudo se hace a través de un broncoscopio, pero también se puede hacer durante la cirugía. La radiación sólo viaja una distancia corta desde la fuente, lo que limita los efectos a los tejidos sanos circundantes. Por lo general, la fuente de radiación se remueve después de un corto periodo de tiempo. Con menos frecuencia, las pequeñas “semillas” radiactivas se dejan en el área permanentemente, y la radiación se reduce en el transcurso de varias semanas.
¿Cuándo se utiliza la radioterapia?
La radioterapia externa algunas veces se utiliza como tratamiento principal del cáncer de pulmón (algunas veces junto con quimioterapia), especialmente si el tumor del pulmón no se puede extirpar mediante cirugía debido a su tamaño o localización o si la salud de la persona está muy decaída como para realizar cirugía.
Se puede usar la radioterapia (sola o junto con la quimioterapia) después de la cirugía para tratar de destruir depósitos muy pequeños de cáncer que pudieran haber sido pasados por alto durante la cirugía. En algunos casos se puede usar la radioterapia antes de la cirugía (usualmente junto con quimioterapia) para tratar de reducir el tamaño de un tumor del pulmón y así facilitar la operación.
La radioterapia también puede ser utilizada para aliviar (paliar) los síntomas del cáncer de pulmón avanzado, tales como el dolor, el sangrado, la tos, la dificultad para tragar y los problemas causados por las metástasis en el cerebro. Por ejemplo, la braquiterapia se usa con más frecuencia para ayudar a aliviar el bloqueo de las vías respiratorias grandes causado por el cáncer.
En algunos casos, los médicos pueden recomendar dosis más bajas de radiación a todo el cerebro, incluso si no existen signos visibles de que el cáncer se haya propagado allí. El objetivo de este tratamiento, conocido como irradiación craneal profiláctica, es tratar de prevenir que se formen tumores en el cerebro. Sin embargo, muchos médicos no están de acuerdo en que los beneficios potenciales de este tratamiento superan los posibles efectos secundarios. Si se usa, usualmente se administra 5 días a la semana por 2 semanas.
Posibles efectos secundarios de la radioterapia
Los efectos secundarios comunes de la radioterapia externa pueden incluir:
A menudo éstos desaparecen después del tratamiento. Cuando se administra radiación con quimioterapia, a menudo los efectos secundarios empeoran.
La radiación al tórax puede dañar sus pulmones y causar tos, problemas para respirar y respiración corta. Por lo general, estos problemas se alivian después de completar el tratamiento, aunque en algunos casos los síntomas no desaparecen por completo.
Su esófago, el cual está en el medio del tórax, puede estar expuesto a la radiación, lo que podría causar dolor de garganta y dificultad para tragar durante el tratamiento. Esto puede dificultar comer cualquier cosa que no sea alimentos blandos o líquidos por un tiempo.
La radiación en grandes áreas del cerebro algunas veces puede causar pérdida de memoria, dolor de cabeza y dificultad para pensar o reducción en el deseo sexual. Usualmente estos síntomas son menores si se comparan con aquellos causados por un tumor cerebral; sin embargo, pueden reducir su calidad de la vida. Los efectos secundarios de la radiación en el cerebro generalmente se vuelven más graves uno o dos años después del tratamiento.
Fuente: Sociedad Americana del Cáncer http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdepulmonnomicrociticocelulasno/guiadetallada/cancer-de-pulmon-no-microcitico-celulas-no-pequenas-treating-radiation-therapy
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2023-12-06 13:01:26