Antecedentes médicos y examen físico
Si usted presenta señales y síntomas que sugieren que pudiera tener leucemia, el médico realizará un historial clínico exhaustivo, incluyendo cuánto tiempo ha tenido síntomas y si tiene antecedentes de exposición a factores de riesgo.
Durante el examen físico, el médico probablemente se concentrará en cualquier ganglio linfático agrandado, áreas de sangrado, hematomas o posibles signos de infección. Se examinarán detenidamente los ojos, la boca, la piel, y se pudiera hacer un examen minucioso del sistema nervioso. Se palpará su abdomen para tratar de detectar signos de inflamación del bazo o del hígado.
Tipos de pruebas usadas para detectar leucemia linfocítica aguda
Si su médico cree que usted tiene leucemia, será necesario analizar muestras de células de la sangre y de la médula ósea para asegurarse del diagnóstico. También se pueden tomar otras pruebas de tejidos y células para ayudar a guiar el tratamiento.
Análisis de sangre
Gen eralmente las muestras de sangre para las pruebas de detección de leucemia linfocítica aguda se toman de una vena del brazo.
Aspiración y biopsia de la médula ósea
Las muestras de médula ósea se obtienen por aspiración y biopsia de la médula ósea, dos pruebas que generalmente se hacen al mismo tiempo. Gen eralmente las muestras se toman de la parte posterior del hueso de la pelvis (cadera), aunque en algunos casos se pueden tomar del esternón o de otros huesos.
En el procedimiento de aspiración de médula ósea, usted se acuesta en una mesa (ya sea sobre su costado o su abdomen). Después de limpiar la piel que se encuentra sobre la cadera, el médico adormece la piel y la superficie del hueso al inyectar un anestésico local, que puede causar una breve sensación de escozor o ardor. Luego se inserta una aguja delgada y hueca en el hueso, y se usa una jeringa para aspirar una pequeña cantidad de médula ósea líquida. Hasta con el uso de un anestésico, la mayoría de los pacientes experimentan algo de dolor breve cuando se extrae la médula ósea.
Gen eralmente se realiza una biopsia de médula ósea inmediatamente después de la aspiración. Se extrae un pequeño trozo de hueso y de médula con una aguja ligeramente más grande que se hace girar al empujarse en el hueso. La biopsia también puede causar brevemente algo de dolor. Una vez que se hace la biopsia, se aplica presión en el sitio para ayudar a prevenir el sangrado.
Estas pruebas de médula ósea se usan para ayudar a diagnosticar la leucemia. También se pueden repetir posteriormente para determinar si la leucemia está respondiendo al tratamiento.
Punción lumbar
Esta prueba se usa para buscar células leucémicas en el líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el cerebro y la médula espina)l. La leucemia linfocítica aguda se puede propagar al área que rodea el cerebro y la médula espinal. Para confirmar esta propagación, los médicos extraen una muestra de este líquido para realizar una prueba.
En esta prueba, el paciente puede acostarse sobre su costado o sentarse. El médico primero adormece un área en la parte baja de la espalda sobre la columna vertebral. Entonces se introduce una pequeña aguja hueca entre los huesos de la columna vertebral para extraer algo de líquido.
Una punción lumbar también se puede usar para administrar medicamentos de quimioterapia en el líquido ceflorraquídeo a fin de evitar o tratar la propagación de la leucemia a la médula espinal o al cerebro.
Biopsia de los ganglios linfáticos
La extirpación de un ganglio linfático o parte del ganglio a menudo es un procedimiento importante cuando se diagnostican linfomas, pero es menos frecuente que se necesite para el diagnóstico de las leucemias.
En este procedimiento un cirujano corta la piel para extirpar todo o parte de un ganglio linfático. Si el ganglio se encuentra cerca de la superficie de la piel, ésta es una operación sencilla que puede hacerse a menudo con anestesia local, pero si el ganglio se encuentra dentro del pecho o del abdomen, se usa anestesia general para mantener el paciente dormido durante la biopsia.
Cuando se extirpa un ganglio linfático por completo, se le llama biopsia por escisión de ganglio linfático. En caso de que se extirpe una parte de un ganglio linfático, se le llama biopsia por incisión de ganglio linfático.
Pruebas de laboratorio usadas para diagnosticar y clasificar la leucemia linfocítica aguda
Se puede usar una o más de las siguientes pruebas de laboratorio en las muestras para diagnosticar la leucemia linfocítica aguda a fin de determinar su subtipo y/o ayudar a determinar lo avanzado que está la enfermedad.
Cuentas y examen de células sanguíneas (frotis de la sangre periférica)
En estas pruebas se determina el número de las diferentes células sanguíneas y su apariencia bajo el microscopio. Los cambios en los números y en la apariencia de estas células a menudo ayudan a diagnosticar la leucemia.
La mayoría de los pacientes con leucemia linfocítica aguda tienen demasiados glóbulos blancos inmaduros en la sangre e insuficientes glóbulos rojos o plaquetas. Muchos de los glóbulos blancos serán linfoblastos (blastos), los cuales son linfocitos inmaduros que no se encuentran normalmente en el torrente sanguíneo. Los linfoblastos no funcionan como los glóbulos blancos maduros normales.
Aunque estos resultados pueden sugerir leucemia, usualmente la enfermedad no se diagnostica hasta que se analiza una muestra de células de la médula ósea.
Química sanguínea y pruebas de coagulación
Las pruebas de química sanguínea miden la cantidad de ciertas sustancias químicas en la sangre, pero no se usan para diagnosticar leucemia. En pacientes que ya se sabe que tienen leucemia linfocítica aguda, estas pruebas ayudan a detectar problemas del hígado o de los riñones causados por la propagación de las células leucémicas o debidos a los efectos secundarios de ciertos medicamentos quimioterapéuticos. Estas pruebas también ayudan a determinar si se necesita un tratamiento para corregir los niveles bajos o altos de ciertos minerales en la sangre.
También se pueden hacer pruebas de coagulación sanguínea para asegurarse de que la sangre coagula adecuadamente.
Exámenes de rutina con un microscopio
Un patólogo (un médico que se especializa en pruebas de laboratorio) observa las muestras tomadas (de sangre, médula ósea, tejido de los ganglios linfáticos o líquido cefalorraquídeo) bajo el microscopio, y el hematólogo/oncólogo (un médico que se especializa en cáncer y enfermedades de la sangre) del paciente pueden revisarlas.
Los médicos observarán el tamaño, la forma y otras características de los glóbulos blancos en las muestras para clasificarlos en tipos específicos.
Un factor elemental es si las células lucen maduras (como las células sanguíneas normales) o inmaduras (carentes de las características de estas células normales). Las células más inmaduras se llaman linfoblastos (o blastos en su versión abreviada).
La determinación del porcentaje de células de la médula ósea que son blastos es particularmente importante. Un diagnóstico de leucemia linfocítica aguda generalmente requiere que al menos de 20 a 30% de las células de la médula ósea sean blastos. En circunstancias normales, los blastos nunca son más del 5% de las células de la médula ósea.
Algunas veces simplemente el recuento y el examen de las células no proporcionan un diagnóstico definitivo y es necesario realizar otras pruebas de laboratorio.
Citoquímica
En las pruebas de citoquímica, se colocan células en una laminilla y se exponen a tinciones (colorantes) químicas que reaccionan solamente con algunos tipos de células leucémicas. Estas tinciones causan cambios de color que se pueden observar con un microscopio y que pueden ayudar al médico a determinar los tipos de células presentes. Por ejemplo, un colorante puede ayudar a distinguir leucemia linfocítica aguda de la leucemia mieloide aguda. El colorante hace que los gránulos de la mayoría de las células de la leucemia mieloide aguda aparezcan como puntos negros en el microscopio, pero no hace que las células de la leucemia linfocítica aguda cambien de color.
Citometría de flujo e inmunohistoquímica
La citometría de flujo se usa con frecuencia para analizar las células de las muestras de médula ósea, ganglios linfáticos y sangre. Es muy útil para determinar el tipo exacto de leucemia.
La prueba busca ciertas sustancias en la superficie de las células, lo cual ayuda a identificar el tipo a que pertenecen. Una muestra de células se trata con anticuerpos especiales (versiones de proteínas inmunitarias sintéticas) que se adhieren sólo a las células si estas sustancias están presentes en sus superficies. Las células son luego pasadas por delante de un rayo láser. Si se han adherido anticuerpos a las células, el rayo láser causa que reflejen luz, y esto se puede medir y analizar por medio de una computadora. Los grupos de células se pueden separar y contar mediante estos métodos.
En las pruebas de inmunohistoquímica, las células de las muestras de la sangre o de la médula ósea son tratadas con anticuerpos especiales. Pero en lugar de usar un rayo láser y una computadora, la muestra se trata para que ciertos tipos de células cambien de color cuando se observan con un microscopio.
Estas pruebas se usan para determinar el inmunofenotipo de las células; esto es, la clasificación de las células leucémicas de acuerdo con las sustancias (antígenos) presentes en su superficie. Los diferentes tipos de linfocitos tienen diferentes antígenos en su superficie. Estos antígenos también pueden cambiar conforme cada célula madura. Cada célula leucémica del paciente tiene el mismo antígeno porque todas ellas se derivan de la misma célula. Las pruebas de laboratorio de los antígenos son una manera muy sensible de diagnosticar la leucemia linfocítica aguda. Como las células de los diferentes subtipos de la leucemia linfocítica aguda tienen diferentes conjuntos de antígenos, esta prueba algunas veces es útil para la clasificación de la leucemia linfocítica aguda, aunque en la mayoría de los casos no es necesaria.
Citogenética
Para esta prueba se observan los cromosomas (cadenas largas de ADN) de las células leucémicas con un microscopio para detectar cualquier cambio. Las células humanas normales contienen 23 pares de cromosomas, cada una de las cuales tiene cierto tamaño y se tiñe de cierta manera. En algunos casos de leucemia, las células han sufrido cambios cromosómicos que se pueden observar bajo un microscopio.
Por ejemplo, es posible que dos cromosomas intercambien algo de su ADN, de manera que parte de un cromosoma se adhiere a parte de un cromosoma diferente. Este cambio, llamado translocación, se puede observar usualmente con un microscopio. El reconocimiento de estos cambios puede ayudar a identificar ciertos tipos de leucemia linfocítica aguda, y puede ser importante para determinar el pronóstico del paciente.
La mayoría de los cambios cromosómicos en la leucemia linfocítica aguda de adultos son translocaciones. La más común es la translocación entre los cromosomas 9 y 22, que da como resultado un cromosoma 22 más corto (llamado cromosoma Filadelfia). Aproximadamente uno de cada cuatro adultos con leucemia linfocítica aguda tiene esta anomalía en sus células leucémicas.
La información acerca de estas y otras translocaciones puede ser útil para pronosticar la respuesta de la persona al tratamiento. Por esta razón la mayoría de los médicos buscan cambios genéticos en las células leucémicas de todos los pacientes con leucemia linfocítica aguda.
Las pruebas citogenéticas normalmente tardan de dos a tres semanas, esto se debe a que las células leucémicas deben crecer en cajas de Pet ri durante un par de semanas antes de que sus cromosomas puedan verse bajo el microscopio.
No todos los cambios cromosómicos se pueden ver en un microscopio. A menudo, otras pruebas de laboratorio pueden ayudar a encontrar estos cambios.
Hibridización fluorescente in situ (FISH)
La hibridización fluorescente in situ (fluorescent in situ hybridization, FISH) es otro tipo de prueba cromosómica. Utiliza tintes fluorescentes especiales que sólo se adhieren a ciertas partes de cromosomas particulares. La prueba FISH puede encontrar la mayoría de los cambios cromosómicos (como translocaciones) que son visibles en un microscopio en las pruebas citogenéticas convencionales, así como algunos cambios que son demasiado pequeños para verlos con la prueba citogenética usual.
La prueba FISH se puede usar para detectar cambios específicos en los cromosomas. Se puede usar en muestras regulares de sangre y médula ósea. Esta prueba es muy precisa y puede usualmente proveer resultados dentro de varios días.
Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
La reacción en cadena de la polimerasa (polymerase chain reaction, PCR) es una prueba de ADN de alta sensibilidad que también puede encontrar algunos cambios cromosómicos tan pequeños que no se pueden ver con el microscopio, aunque la muestra tenga muy pocas células leucémicas.
Además, esta prueba se puede usar después del tratamiento para tratar de encontrar pequeños números de células leucémicas que pueden no ser visibles con un microscopio.
Estudios por imágenes
Los estudios por imágenes utilizan ondas sonoras, rayos X, campos magnéticos o partículas radiactivas para obtener imágenes del interior del cuerpo. Debido a que la leucemia por lo general no forma tumores, los estudios por imágenes no son tan útiles como lo son para otros tipos de cáncer.
Se pueden hacer estudios por imágenes en los pacientes con leucemia linfocítica aguda, pero con más frecuencia se hacen para detectar infecciones u otros problemas, no para la leucemia misma. En algunos casos se pueden hacer para ayudar a determinar el grado de la enfermedad, si se piensa que puede haberse propagado más allá de la médula ósea y la sangre.
Radiografías
Se pueden hacer rayos X torácicos de rutina si el médico sospecha una infección pulmonar. También se pueden hacer para ver si los ganglios linfáticos del pecho están inflamados.
Tomografía computarizada (CT)
La tomografía computarizada (computed tomography, CT) es un tipo de estudio radiológico que produce una imagen detallada, transversal de su cuerpo. Contrario a una radiografía regular, las CT pueden mostrar el detalle en tejidos blandos (tal como órgano s internos).
Esta prueba puede ayudar a decir si cualquiera de sus ganglios linfáticos u órgano s están agrandados. Gen eralmente no se necesita para diagnosticar la leucemia linfocítica aguda, pero puede hacerse si su médico sospecha que están creciendo células leucémicas en un órgano , como su bazo.
En lugar de tomar una fotografía, como hace la radiografía regular, en este procedimiento se toman muchas fotografías mientras la máquina rota a su alrededor. Luego una computadora combina estas fotografías en imágenes detalladas de la parte de su cuerpo bajo estudio.
Antes de la tomografía, pueden pedirle que tome una solución de contraste y/o que reciba una inyección intravenosa (IV) de un material de contraste que ayuda a delinear mejor las áreas anormales del cuerpo. Puede que usted necesite una línea intravenosa (IV) para inyectarle el material de contraste. La inyección IV del tinte de contraste puede causar una sensación de sonrojo o calor en el rostro o en otras áreas del cuerpo. Algunas personas son alérgicas y les da urticaria o raras veces otras reacciones más graves como dificultad para respirar y baja presión arterial. Asegúrese de decirle al médico si es alérgico a algo o si ha tenido alguna vez una reacción a cualquier material de contraste utilizado para rayos X.
Las tomografías computarizadas requieren más tiempo que los rayos X convencionales. Necesita acostarse y permanecer inmóvil sobre una camilla mientras se realiza el estudio. Durante la prueba, la mesa se mueve hacia adentro y hacia afuera del escáner (una máquina en forma de aro que rodea la mesa por completo). Es posible que se sienta un poco confinado por el anillo bajo el cual permanece acostado durante la toma de imágenes.
En algunos casos se puede usar una CT para guiar con precisión una aguja de biopsia hacia la anomalía sospechosa, como un absceso. Para este procedimiento, llamado biopsia por aguja guiada por tomografía computarizada, usted permanece en la camilla de la CT, mientras un radiólogo mueve una aguja de biopsia a través de la piel y hacia la masa. Las tomografías computarizadas se repiten hasta que la aguja esté dentro de la masa. Entonces, se extrae una muestra de biopsia y se observa con un microscopio.
Algunas veces, se hace una prueba que combina la CT con la PET (PET/CT scan). La tomografía por emisión de positrones (positron emission tomography, PET) conlleva inyectar una forma de azúcar radioactiva (conocida como fluordesoxiglucosa o FDG) en la sangre. La cantidad de radioactividad usada es muy baja. Debido a que las células cancerosas en el cuerpo crecen rápidamente, éstas absorben grandes cantidades de azúcar. Una cámara especial puede entonces crear una imagen de las áreas de radiactividad en el cuerpo. La PET/CT permite al médico comparar las áreas de mayor radioactividad en la PET con la apariencia más detallada de esa área en la CT.
Imágenes por resonancia magnética (MRI)
Al igual que la CT, las imágenes por resonancia magnética proveen imágenes detalladas de los tejidos blandos del cuerpo. Sin embargo, la MRI utiliza ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. La energía de las ondas de radio es absorbida por el cuerpo y luego liberada en un patrón formado por el tipo de tejido del cuerpo y por ciertas enfermedades. Una computadora traduce el patrón en una imagen muy detallada de las partes del cuerpo. El gadolinio, una sustancia de contraste, a menudo se inyecta en una vena antes de realizar el estudio para mostrar con mejor detalle. Este material de contraste es diferente al usado para la CT.
Los exámenes de MRI son también muy útiles para ver el cerebro y la médula espinal.
Las imágenes por resonancia magnética toman más tiempo que las tomografías computarizadas, a menudo hasta una hora. Puede que durante la realización del estudio, permanezca acostado dentro de un tubo estrecho lo cual puede resultar incómodo y confinante para algunas personas. Las nuevas máquinas de MRI más abiertas pueden ser otra opción. La máquina de MRI produce un zumbido fuerte y martillante que puede resultar incómodo.
Ecografía
La ecografía usa ondas sonoras y sus ecos para producir una imagen de los órgano s internos o masas. Para esta prueba, se coloca sobre la piel un pequeño instrumento que parece un micrófono y que se llama transductor (que primero se lubrica con gel). Este instrumento emite ondas de sonido y recoge el eco que rebota en los órgano s. Una computadora convierte el eco en una imagen que aparece en la pantalla.
Se puede usar para observar los ganglios linfáticos cercanos a la superficie del cuerpo o para observar órgano s inflamados dentro de su abdomen, como los riñones, el hígado y el bazo.
Esta prueba es fácil de realizar y en ella no se utiliza radiación. Para la mayoría de las ecografías, usted simplemente se acuesta en una camilla, y un técnico mueve el transductor a la parte de su cuerpo que está bajo estudio.
Gammagrafía con galio y gammagrafía ósea
Estos estudios no se utilizan con frecuencia para leucemia linfocítica aguda, pero pueden ser útiles si usted tiene dolor de huesos que puede deberse ya sea a una infección del hueso o a cáncer que involucre los huesos.
Para estos estudios, el médico o la enfermera inyecta en el torrente sanguíneo una sustancia química ligeramente radioactiva que se deposita en áreas del cáncer o de infección en el cuerpo. Luego se observan estas áreas con un tipo especial de cámara. Las imágenes de estos estudios se ven como “puntos radioactivos” en el cuerpo, pero no proveen muchos detalles. Si un área se ilumina en el estudio, se pueden hacer otros estudios por imágenes, tal como radiografías, CT o MRI para obtener una imagen más detallada del área. Si existe la posibilidad de que haya leucemia, es posible que sea necesario confirmarlo mediante una biopsia del área.
Fuente: Sociedad Americana del Cáncer
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2019-05-15 10:20:13