Haciendo una revisión desde los primeros síntomas hasta el final de la enfermedad notamos que el lapso más difícil de afrontar es el tiempo comprendido desde que los pacientes son enviados al hospital por el médico hasta que son admitidos en el área de hematooncología con el experto en el linfoma de no Hodgkin, los síntomas que aparecen en esta etapa están relacionados con la satifacción que tengan los pacientes e incluso sus familiares con el trato que el médico les da y con el nivel de involucramiento en la toma de decisiones, esto quiere decir que los pacientes que se involucran en las decisiones de su tratamiento tiene mejor calidad de vida.
Tomar la decisión de hacerse trasplante de médula ósea es especialmente difícil, muchos pacientes han reportado tener alteraciones en sus emociones y trastornos de adaptación por ansiedad o depresión.
En la fase de recuperación se han reportado problemas en la vida sexual, problemas de sueño, dificultades en la relación con la pareja y el temor a la recurrencia principalmente, la mayoría de los pacientes reportan tener una preocupación constante por su bajo nivel de enrgía, no olvide que la mayoría de los efectos producidos por el tratamiento disminuirán conforme avance el tiempo, además usted debe comentar con su médico las molestias que presenta y verificar si existe algún tratamiento para disminuirlas.
Fuente: Libro Psicooncología
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2019-04-09 16:34:37