Detección y diagnóstico - Cáncer de Hueso


oseo02Los síntomas de un paciente, su examen físico, y los resultados de los estudios por imágenes, así como sus análisis de sangre pueden sugerir la presencia de cáncer de hueso. No obstante, en la mayoría de los casos, los médicos deben confirmar esta sospecha examinando una muestra de tejido o de células con un microscopio (lo que se conoce como biopsia).

Otras enfermedades, como las infecciones óseas, pueden causar síntomas y dar resultados en los estudios de diagnóstico por imágenes que pueden confundirse con cáncer de hueso. Un diagnóstico preciso de un tumor de hueso a menudo depende en combinar la información sobre su localización (cuál hueso está afectado e incluso qué parte del hueso está involucrada), cómo luce en las radiografías, y bajo un microscopio.

Dado que una única metástasis ósea puede tener los mismos signos y síntomas que un tumor de hueso primario, muchos médicos necesitan una biopsia para diagnosticar la primera metástasis ósea de un paciente. Después de esto, las metástasis óseas adicionales generalmente pueden diagnosticarse con radiografías y otros exámenes de diagnóstico por imágenes.

Exámenes de diagnóstico por imágenes para detectar cáncer de hueso

Radiografías

La mayoría de los tipos de cáncer de hueso se ven en las radiografías del hueso. El hueso en el sitio del cáncer podría tener un aspecto "irregular" en lugar de compacto. El cáncer también puede verse como un orificio en el hueso. A veces los médicos pueden ver un tumor alrededor del defecto en el hueso que puede extenderse a los tejidos cercanos (como los músculos o la grasa). Con frecuencia, el radiólogo puede determinar si un tumor es maligno mediante su aspecto en la radiografía, pero únicamente una biopsia puede determinarlo con total certeza.

Con frecuencia se realiza una radiografía de tórax para determinar si el cáncer de hueso se ha propagado a los pulmones.

Tomografía computarizada

La tomografía computarizada es un procedimiento radiológico que produce imágenes transversales detalladas de su cuerpo. En lugar de tomar una fotografía, como con una radiografía convencional, un tomógrafo toma varias imágenes a medida que gira alrededor de usted. Luego, una computadora combina estas imágenes en una imagen de una sección de su cuerpo. El aparato crea imágenes múltiples de la parte del cuerpo que se está estudiando.

El aparato de tomografía computarizada ha sido descrito como una rosca (dona) grande, con una camilla estrecha que se encuentra en la abertura central. Usted necesitará acostarse inmóvil sobre la camilla mientras se realiza el examen. Las tomografías computarizadas toman más tiempo que las radiografías convencionales, y usted podría sentirse un poco confinado por el anillo mientras se toman las fotografías.

Las tomografías computarizadas son útiles para clasificar el cáncer por etapas (estadificación). Ayudan a determinar si el cáncer de hueso se ha propagado a los pulmones, al hígado o a otros órgano s. Estos estudios también muestran los ganglios linfáticos y órgano s distantes en los que podría haber cáncer metastásico.

Antes de que se tome la primera serie de imágenes, es posible que se le pida que beba 2 o 4 tazas de un agente de contraste. Esto ayuda a delinear el intestino, a fin de que determinadas áreas no puedan confundirse con tumores. Es posible que también se le coloque una vía IV (intravenosa) a través de la cual le inyectarán diferentes tipos de tintes de contraste. Esto ayuda a delinear mejor las estructuras en su cuerpo.

La inyección puede causar rubor (enrojecimiento y sensación de calor que puede durar de horas a días). Algunas personas son alérgicas a los tintes y desarrollan urticaria. Rara vez, pueden presentarse reacciones más graves, como problemas para respirar y baja presión arterial. Para prevenir y tratar las reacciones alérgicas, puede administrarse un medicamento. Asegúrese de informar al médico si alguna vez ha tenido una reacción a algún material de contraste que se usa para radiografías o si tiene alergia a los mariscos.

Las tomografías computarizadas también pueden usarse para guiar con precisión una aguja de biopsia hacia el interior de una posible metástasis. Para este procedimiento, denominado biopsia con aguja guiada por tomografía computarizada, el paciente permanece en la mesa del tomógrafo mientras un radiólogo hace avanzar una aguja de biopsia hacia la ubicación del tumor. Las tomografías computarizadas se repiten hasta que los médicos están seguros que la aguja está dentro del tumor.

Imágenes por resonancia magnética

Las imágenes por resonancia magnética utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. La energía de las ondas de radio es absorbida y luego liberada en un patrón formado por el tipo de tejido y por determinadas enfermedades. Una computadora traduce el patrón de las ondas de radio generado por los tejidos en una imagen muy detallada de las partes del cuerpo. A veces se inyecta un material de contraste llamado gadolinio en las venas para poder ver mejor el tumor.

Con frecuencia, las imágenes por resonancia magnética son las mejores pruebas para delinear un tumor de hueso. También son particularmente útiles para observar el cerebro y la médula espinal. El procedimiento para obtener la imagen por resonancia magnética es un poco más incómodo que la tomografía computarizada. En primer lugar, toma más tiempo, con frecuencia hasta una hora. Además, el paciente debe ser colocado en el interior de un tubo, que está cerrado y puede resultar molesto para las personas con claustrofobia (miedo a los espacios cerrados).

Gammagrafía ósea con radionúclidos

Este procedimiento ayuda a mostrar si un cáncer se ha propagado a otros huesos. Puede encontrar metástasis antes que las radiografías comunes. Las gammagrafías óseas también pueden mostrar la extensión del daño del cáncer primario en el hueso.

Para esta prueba, el paciente recibe una inyección de material radiactivo llamado difosfonato de tecnecio. La cantidad de radiactividad que se usa es muy baja y no produce efectos a largo plazo. Esta sustancia es atraída a las células óseas enfermas a través de todo el esqueleto. En la gammagrafía ósea, las áreas de hueso enfermo se verán como áreas densas de color gris a negro, llamadas "puntos calientes". Estas áreas podrían sugerir la presencia de cáncer metastásico, pero la artritis, una infección u otras enfermedades óseas también pueden causar un patrón similar. A fin de distinguir entre estas afecciones, el equipo de atención médica contra el cáncer puede usar otros exámenes de diagnóstico por imágenes o puede tomar biopsias de hueso.

Tomografía por emisión de positrones

Las tomografías por emisión de positrones (positron emission tomography, PET) usan glucosa (una forma de azúcar) que contiene un átomo radiactivo. Una cámara especial puede detectar la radiactividad. Las células cancerosas absorben grandes cantidades de azúcar radioactivo debido a su alta tasa metabólica. La PET es útil para detectar cáncer en todo el cuerpo. Las PET pueden ser más útiles que varias radiografías diferentes porque examinan todo el cuerpo. En ocasiones puede ayudar a determinar si un tumor es canceroso o benigno. Se combina con la tomografía computarizada para señalar con mayor precisión algunos tipos de cáncer.

Biopsia

Una biopsia es una muestra de tejido que se toma de un tumor, a fin de que pueda ser observada con un microscopio. Esta es la única forma de saber si el tumor es cáncer y no se trata de otra enfermedad ósea. Si se trata de cáncer, la biopsia puede indicarle al médico si es un cáncer de hueso primario o si es un cáncer que se originó en otro lugar y se propagó al hueso (metástasis). Se utilizan diversos tipos de muestras de tejido y de células para diagnosticar el cáncer de hueso. Es muy importante que el procedimiento de biopsia lo realice un cirujano con experiencia en el diagnóstico y el tratamiento de tumores de hueso.

El cirujano elegirá un método de biopsia en función de que el tumor tenga un aspecto benigno o maligno y de qué tipo de tumor exactamente sea más probable (en función de las radiografías óseas, la edad del paciente y la ubicación del tumor). Algunos tipos de tumor de hueso pueden reconocerse a partir de las muestras tomadas mediante una biopsia con aguja, pero, por lo general, se necesitan muestras más grandes (de una biopsia quirúrgica) para diagnosticar otros tipos. Si el cirujano planea extirpar el tumor entero en el momento de la biopsia también influirá en el tipo de biopsia que se elija. En ocasiones, el tipo de biopsia inadecuado puede hacer que más adelante le resulte más difícil al cirujano extirpar todo el cáncer sin tener que extraer también parte o la totalidad del brazo o la pierna que tiene el tumor.

Biopsia con aguja

Existen dos tipos de biopsia con aguja: Biopsia con aguja fina y biopsia con aguja gruesa. Para ambos tipos, primero se administra un anestésico local para adormecer el área de la biopsia. Para la aspiración con aguja fina, el médico usa una aguja muy delgada conectada a una jeringa para extraer una pequeña cantidad de líquido y algunas células de la masa tumoral. Algunas veces, el médico puede dirigir la aguja palpando el tumor sospechoso o el área que se encuentra cerca de la superficie del cuerpo. Si el tumor no puede palparse porque está muy profundo, el médico puede guiar la aguja observando una tomografía computada. Esto se llama biopsia con aguja guiada por tomografía computarizada y, generalmente, la realiza un especialista radiólogo conocido como radiólogo intervencionista.

En una biopsia con aguja gruesa, el médico usa una aguja más grande para extraer un pequeño cilindro de tejido (con un diámetro de alrededor de 1/16 de pulgada y una longitud de 1/2 pulgada). Muchos expertos opinan que la biopsia con aguja gruesa es mejor que la FNA para diagnosticar un cáncer de hueso primario.

Biopsia quirúrgica de hueso

En este procedimiento, un cirujano debe cortar a través de la piel para llegar al tumor, a fin de extraer una pequeña porción de tejido. Esto también se denomina biopsia por incisión. Si se extirpa el tumor entero (no solo una pequeña porción), se denomina biopsia por escisión. Por lo general, estas biopsias se realizan con anestesia general (con el paciente dormido). También puede usarse un bloqueo nervioso, que adormece un área grande. Si es necesario realizar este tipo de biopsia, es importante que el cirujano que luego extirpará el cáncer, sea quien realice la biopsia.


Fuente: Sociedad Americana del Cáncer http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdehuesos/guiadetallada/cancer-de-hueso-early-diagnosis1


Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2023-09-20 11:59:08