¿Qué hacer y qué no hacer?


Una lista básica de qué hacer y qué no hacer:

Qué sí hacer:

  • Prestar atención a todas las señales que le dé la persona enferma. Algunas son muy reservadas, mientras que otras hablan más abiertamente de su enfermedad. Respete la necesidad de cada quien.
  • Permitir que sepa que usted se preocupa y que está dispuesto a apoyarlo.
  • Respetar su decisión sobre el tratamiento, aunque usted no esté de acuerdo.
  • Incluir a la persona en los proyectos normales o en actividades sociales. Deje que el enfermo elija si el compromiso es demasiado.
  • Escuchar sin sentir que siempre tiene que contestar. A veces, lo que la persona más necesita es alguien que escuche con empatía.
  • Esperar y aceptar que el paciente tenga días buenos y malos, emocional y físicamente.
  • Mantener su relación tan normal y balanceada como sea posible. Estas situaciones requieren de mayor paciencia y empatía, y su compañero también debe seguir respetando sus sentimientos como usted respeta los suyos.
  • Buscar apoyo psicológico si cree que esta situación lo está rebasando, debe tener en cuenta que la salud emocional de usted influye en la del paciente; acérquese al servicio de psicología de su hospital, a los grupos de apoyo o al servicio de APOYO EMOCIONAL INFOCÁNCER, llamando al 01 800 22 62 371.
  • Ofrecer ayuda en forma específica y concreta.

Lo que no debe hacer:

  • Ofrecer opiniones o consejos no solicitados.
  • Sentir que tiene que aguantar cambios de humor o muestras violentas de enojo. No debe aceptar un comportamiento perjudicial o abusivo simplemente porque alguien está enfermo.
  • Tomar las cosas demasiado personales. Es normal que alguien enfermo esté más callado de lo normal, que necesite tiempo para estar solo, y que a veces manifieste enojo.
  • Tener miedo de hablar de la enfermedad.
  • Sentir que siempre tienen que hablar de la enfermedad, los estudios, los tratamientos y sus efectos secundarios. Tal vez su amigo o familiar disfrute conversaciones que no tengan que ver con esto.
  • Tener miedo de abrazar o tocar a su amigo o familiar, si dicho contacto era parte habitual antes de la enfermedad.
  • Ser condescendiente. Trate de no usar un tono de "¿qué tan enfermo está hoy?", cuando le pregunte "¿cómo está?".
  • Decir al paciente: "puedo imaginar cómo te sientes", porque en realidad esto no es posible.
  • Nunca utilice frases “alentadoras” que pudieran minimizar el esfuerzo del enfermo, tales como: “échale ganas”, “sé fuerte, no es para tanto”, “haz superado cosas peores”, entre otras.
  • No decepcionarse si su familiar o amigo se despierta a veces sin ganas o más triste que de costumbre, recuerde que es parte del proceso de adaptación; en vez de eso, busque apoyo emocional o realizar actividades que despierten el ánimo del paciente.


Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer 

http://www.cancer.org/espanol/servicios/cuidadoresdelasalud/para-las-personas-encargadas-de-pacientes-con-cancer


Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2019-07-22 12:40:29